Cada llamada que entra a tu centro estético es una oportunidad para ganar un nuevo cliente. Pero ¿sabías que el 80% de los centros pierden esa oportunidad en los primeros 10 segundos?
La forma en que atiendes esa primera llamada define si el cliente confía en ti o se marcha a comparar precios con la competencia.
Y lo más importante: esa primera conversación no va de precios, va de emociones.
El mayor error: responder con el precio
Cuando una persona llama y lo primero que escucha es “el tratamiento cuesta 50 euros”, lo que haces es invitarla a comparar.
Y cuando el cliente compara, siempre habrá alguien más barato.
La clave no es dar un precio, sino guiar una conversación que despierte interés, confianza y conexión.
No vendas tratamientos. Vende transformación.
Cómo responder sin decir el precio
El objetivo de la primera llamada no es vender, sino abrir una conversación emocional que lleve al cliente a reservar cita contigo.
Ejemplo de respuesta equivocada:
“Hola, buenas tardes. El tratamiento corporal cuesta 60 euros.”
Ejemplo de respuesta efectiva:
“Hola, encantada. Antes de darte el precio, ¿puedo hacerte unas preguntas para recomendarte lo mejor según tus necesidades? Cuéntame, ¿qué te gustaría mejorar?”
Con esta respuesta logras tres cosas:
- Muestras interés genuino.
- Posicionas a tu centro como profesional y experto.
- Creas una conexión emocional que elimina la comparación por precio.
Las preguntas que te ayudan a conectar y convertir clientes para tus tratamientos
Tener un guion telefónico estratégico es fundamental.
Estas son algunas preguntas que puedes usar para generar confianza y preparar el cierre:
- ¿Qué te gustaría mejorar o conseguir con el tratamiento?
- ¿Es la primera vez que te haces algo así?
- ¿Tienes algún evento o fecha especial próximamente?
- ¿Quieres que te demos una cita gratuita de diagnóstico para ver qué es lo mejor para ti?
Estas preguntas no solo te dan información: te permiten posicionarte como experta y despertar deseo.
El cierre perfecto: consigue que venga sin hablar de precio a tu centro estético
El objetivo es que el cliente diga sí a venir, no a pagar todavía.
Cuando logras que cruce la puerta, ya tienes el 80% de la venta hecha.
Ejemplo de cierre:
“Perfecto, te reservo una cita para conocernos. Hacemos una valoración gratuita y te explicamos qué opción es la mejor para ti.”
Esto rompe la barrera del precio y convierte la curiosidad en acción.
Recuerda: el cliente no busca precios, busca seguridad.
Entrena a tu equipo: la primera llamada no se improvisa
Tu recepcionista de tu centro estetico es la primera voz de tu marca.
Esa primera llamada es tu escaparate invisible.
Por eso, formar a tu equipo en atención telefónica y comunicación emocional es una de las inversiones más rentables que puedes hacer.
Un equipo entrenado:
- Conecta más rápido.
- Convierte más llamadas en citas.
- Aumenta el ticket medio y la fidelidad de los clientes.
Conclusión
La primera llamada es tu primera oportunidad de venta, y muchas veces la única.
Si aprendes a gestionarla correctamente, podrás aumentar tus conversiones hasta un 40%.
No digas el precio. Haz preguntas. Conecta emocionalmente.
Esa es la diferencia entre un centro estético que sobrevive y uno que crece.
